Todos sabemos lo importante, y difícil, que es encontrar al estilista perfecto. Especialmente cuando se trata de cortes de pelo.
Cuando nos topamos con un peluquero que parece comprender sin palabras todos lo que deseamos, es un contacto que tenemos que guardar como oro en paño. Porque como demuestra la vida, el peluquero y el cliente normalmente hablan idiomas completamente diferentes. Y por eso sucede lo que sucede.
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